Alcalá del Valle

Alcalá del Valle

Alcalá del Valle es un municipio español de la provincia de Cádiz, Andalucía.

Situación geográfica y relieve

Situada en el extremo nororiental de la provincia de Cádiz, Alcalá del Valle se encuentra enclavada en la zona occidental de la Serranía de Ronda, a cuya comarca natural pertenece, a 24 kilómetros de Ronda y a 155 kilómetros de Cádiz. Se ubica vecina a la provincia de Málaga, de la que formó parte hasta 1833, y a cuyo obispado perteneció hasta 1980, siendo el límite efectivo de la provincia de Cádiz con ésta. Esta población es la última de la conocida Ruta de los pueblos blancos.

Sus coordenadas geográficas son 36°54′N 5°10′O.

La altitud media de la población serrana es de 628 metros sobre el nivel del mar. Su relieve es casi horizontal alternando espacios abiertos con superficies alomadas y suaves, exceptuando su parte más oriental, donde las alturas rondan entre los 700 y 800 m sobre el nivel del mar, llegándose en Sierra Mollina a los 875 m.

Alcalá del Valle se encuentra dentro de la Depresión de Ronda. Durante el Terciario se produjeron los plegamientos que levantaron los Sistemas Béticos, a los que sucedió un proceso erosivo y de sedimentación que formó diferentes cuencas de sedimentación, una de ellas, la depresión en la que se encuentra Alcalá.

Límites geográficos

  • Al Norte: se encuentra Sierra Mollina, el cerro de la Atalaya y el arroyo de Tomillo;
  • al Sur: la villa de Setenil de las Bodegas;
  • al Este: la Serranía de Ronda;
  • al Oeste: el río Guadalporcún y Torre Alháquime.

Demografía

En el año 2008 contaba con 5.363 habitantes. Su extensión superficial es de 47 km² y tiene una densidad de 114,37 hab/km²

Clima

Alcalá del Valle disfruta de un clima particular, ya que al estar en una depresión natural surcada de arroyos, se templa el clima más frío de la Serranía de Ronda, que se forma por la unión de las componentes atlántica y mediterránea, magnificado por la altitud del terreno y la entrada desde el Estrecho de Gibraltar de frentes húmedos.

Entre la población se habla del "solano", viento conocido en el resto de la provincia como "viento de Levante", que sopla ocasionalmente y que por su supuesto efecto psicológico acuña la frase típica "estar asolanao".

Historia

  • Orígenes

Aunque el emplazamiento está ocupado desde la prehistoria, las primeras referencias a Alcalá como población se remontan a finales del siglo XV cuando tras la toma cristiana de Setenil de las Bodegas en 1484, una parte de la población musulmana decide permanecer bajo dominio cristiano, solicitando el permiso a los Reyes Católicos para fundar una nueva localidad en la que mantendrían su religión, estilo de vida y costumbres.

Aceptada su propuesta, veinticinco familias setenileñas musulmanas se establecieron en el lugar llamado El Castillón, donde parece que había existido un antiguo fuerte. El nuevo asentamiento, en el que comenzaron a construir defensas aprovechando la altitud del terreno, fue pronto conocido como Alcalá (o Al-Kalat, que en árabe significa "El castillo").

Su estratégica posición y los trabajos de defensa produjeron un fortalecimiento del enclave que provocó enseguida los recelos de los cristianos, que haciendo valer su posición predominante con respecto de la minoría mudéjar, obligaron a la pequeña comunidad de Alcalá a demoler sus construcciones y trasladarse al valle junto a unos ricos manantiales luego denominados Fuente Grande y Pedro Ibáñez, donde edificaron un nuevo núcleo.

La nueva Alcalá (denominada Alcalá de Setenil) recibiría un término municipal de un cuarto de legua a su alrededor, así como unos arbitrios compuestos por la quinta parte del producto de los montes de Setenil, del que dependía. Estos arbitrios, conocidos como Quinto de Alcalá, eran recibidos por sus vecinos en un acto simbólico de vasallaje, situación que cambiaría tras la conversión de su población al cristianismo y posterior conversión del quinto en terrenos de los montes.

  • De la Edad Moderna a la actualidad

En 1559, ante la necesidad de hacer frente a los gastos de guerra heredados por Felipe II, la Corona pone en venta algunos pueblos y tierras con sus vecinos, entre los que se encontraba Alcalá, que fue adquirida por Hernando Valdés, Arzobispo de Sevilla e Inquisidor general. Pagó por la adquisición 1.573.000 maravedíes. Sin embargo, Valdés sólo conservaría la titularidad del señorío por un año, vendiéndolo entonces a Diego Bernuy, regidor de Burgos, que recibiría el título de Mariscal de Alcalá.

La villa se mantendría bajo la jurisdicción señorial de los Bernuy, luego marqueses de Benamejí, hasta finales del siglo XVIII, con el término del sistema señorial. Los habitantes comienzan una batalla legal para la recuperación del territorio, ejerciendo su derecho de tanteo. Con este fin, se dirigieron en 1763, a la Real Chancillería de Granada, ante la que denunciaron la constante violación de sus derechos por parte de los señores de la villa. El tribunal granadino daría la razón a la alcalareños, que pudieron separarse del señorío de Benamejí tras el pago de una suma equivalente a la pagada en el momento de la compra. En total, 47.360 reales a los marqueses de Benamejí y 11.000 por quedar al amparo de la Corona, pese a lo cual se celebró por parte de los vecinos, con gran júbilo, la recuperación de su jurisdicción. El rescate de sus derechos no resolvió por completo la situación del pueblo, que sufrió problemas similares a los de otros municipios de la Andalucía rural, donde la permanencia de un régimen latifundista de propiedad originaría una creciente conflictividad campesina a lo largo de los siglos XIX y XX.

Tras pasar por diferentes denominaciones desde su fundación como Alcalá de Setenil y de Ronda, se fija el nombre de Alcalá del Valle en 1770. La localidad formó parte durante la Edad Moderna del Reino de Granada y, en su división menor, a lo que ahora es provincia de Málaga, pasando Alcalá del Valle a pertenecer a la provincia gaditana en 1834.

  • Los sucesos de 1903

La falta de información concerniente a la Edad Moderna se puede explicar a raíz de los denominados Sucesos de 1903, debido a que fueron incendiados los archivos del Ayuntamiento y los papeles del Juzgado. Sólo quedó el archivo parroquial, siendo el libro más antiguo el de Registros de Nacimientos, que data de 1546.

El 1 de agosto de 1903, la masa jornalera de Alcalá del Valle respondió de huelga general convocada por la Federación Regional Española de Sociedades de Resistencia, en apoyo a todos los presos españoles condenados por razones sociales. Un grupo de quinientos o seiscientos obreros y campesinos se concentró en las afueras del pueblo, en el lugar conocido como Puente Palo, acompañado de mujeres y niños. En un momento de la concentración, los obreros mantuvieron un enfrentamiento con la Guardia Civil, resultando muerto un joven de 15 años conocido como "El Pelúo". Tras esto, la revuelta se recrudeció, incendiándose los archivos del Ayuntamiento y el Juzgado Municipal. Con la llegada de nuevos efectivos policiales y fuerzas militares se volvió al orden dentro de un clima de tensión, siendo detenidos más de cien alcalareños, que en su mayoría fueron trasladados a la cárcel de Ronda.

Los malos tratos y torturas sufridos por los jornaleros detenidos saltaron rápidamente a los medios de comunicación, ocupando primeras planas de los principales periódicos anarquistas y republicanos. El presidente del gobierno Antonio Maura sufrió un atentado fallido en Barcelona el 12 de abril de 1904 de manos de un joven anarquista que pretendía vengar a los presos de Alcalá del Valle.

La repulsa del movimiento obrero internacional fue unánime y siguió con atención el desarrollo de los hechos relacionados con estos presos y exigió su puesta en libertad inmediata. En 1909, el pedagogo anarquista Francisco Ferrer Guardia comenzó una campaña exigiendo la libertad inmediata de los seis presos que aún sufrían condena. El 24 de junio de ese mismo año recibieron el indulto cinco de esos presos, mientras que el sexto había fallecido poco tiempo antes en prisión.

Patrimonio monumental

Destacan dos tipos de monumentos en Alcalá del Valle:

  • Monumentos civiles
    • Grupo dolménico de la Dehesa del Tomillo

Al norte de dicha dehesa, se encuentra este yacimiento megalítico que, en 1983, fue excavado por el Museo Provincial de Cádiz. Está conformado por enterramientos del Período Calcolítico, anterior al 2000 a. C., en el comienzo de la Edad de los Metales. Constituye una temprana muestra de población en esta zona de la sierra gaditana. Se trata de un grupo de tres dólmenes de corredor con cabecera: es decir, se componen de cámara circular con entrada monolítica y corredor recto que hace de entrada. Son de dimensiones medianas, levantados con pequeños mampuesto, ortostatos y dinteles de gran tamaño. Se pueden relacionar con otros grupos de las áreas próximas sevillana y malagueña. También es destacable en este yacimiento un menhir, roca de extremo aguzado colocada verticalmente sobre un pequeño túmulo de piedras, siendo el único de este género en la arquitectura megalítica de la provincia.

    • Cortijo de La Cacería

En el término municipal, apartado de la población, surge con empaque el Cortijo de La Cacería, con desusada apariencia de palacio o retiro que, tal vez, se explique por la anterior existencia del señorío y marquesado de Benamejí. Su construcción data del siglo XVI y se encuentra en lamentable estado de conservación. Sus muros, la mayoría sin revoque, presentan buena cantería, con sillares perfectamente cortados y recia mampostería. El exterior es muy sobrio, con aspecto de fuerte y enmarca su acceso con recias pilastras. En el patio principal, destaca una rítmica arcada, sostenida por columnas, sobre las que se asientan ordenadamente un segundo cuerpo de arcos rebajados y pilastras, así como una doble escalera, de tramos afrontados. De todo el conjunto, también sobresalen los arcos de medio punto adovelados, que realzan el aire señorial del cortijo.

    • Fuente Grande

Siendo Alcalá uno de los lugares de mayor intensidad pluviométrica de la comarca y existiendo dos manantiales (Fuente Grande y Pedro Ibánez) conocidos desde los orígenes del asentamiento morisco, no es extraño que surja como lugar de interés este enclave, hoy convenientemente embellecido y restaurado en 1997. El agua de esta fuente es natural, proveniente del manantial homónimo y mana a través de cinco caños, recogiéndose en el antiguo lavadero comunal, hoy recuperado al uso ornamental y protegido con una base o sobresuelo. En la zona de la Fuente Grande, se han hallado restos arqueológicos de la época romana, que demuestran la existencia de población en la Antigüedad. Se están realizando excavaciones para determinar el tipo de yacimiento, que parece ser una villa con anexos de producción agrícola y cerámica, de los que son ejemplos los capiteles romanos encontrados.

  • Monumentos religiosos
    • Iglesia parroquial de Santa María del Valle

Dedicada a la patrona de Alcalá, se yergue imponente su fachada (muy retocada del original) y el volumen del edificio. La iglesia se edificó en estilo barroco entre los siglos XVII y XVIII, aunque ha sido objeto de múltiples modificaciones, en especial, en 1883, debido a su mal estado. El interior está dividido en tres naves, separadas por grandes arcadas, que sostienen sendas bóvedas bajas. La fachada, sin torre, y con hastial, tiene un diseño escalonado de reciente interpretación y se remata con una espadaña de dos huecos en línea y un reloj. Entre su patrimonio, destaca una pila bautismal de piedra con relieves fechada en el siglo XVII, procedente del vecino monasterio de Caños Santos. El monasterio, tras su decadencia, surtió de diferentes obras a la iglesia parroquial, como La Tabla del Milagro, relieve policromado barroco que representa el milagro que originó la construcción del santuario de Caños Santos y el Cristo de la Buena Muerte (c. 1600).

    • Monasterio de Caños Santos

Caños Santos es el santuario a seis kilómetros de la localidad, hacia donde se dirige la romería cada comienzo de mayo. La propiedad del conjunto arquitectónico es de Alcalá del Valle, a pesar de que se encuentre situado dentro del término municipal de Olvera. En el siglo XVI, decide fundarlo el conde de Ureña, de común acuerdo con Fray Martín de las Cruces, en el emplazamiento de una vieja ermita fundada en honor a la milagrosa aparición de la virgen a un vaquero en la fuente de Caños Santos. Fue edificado en un equilibrado estilo manierista, y actualmente se encuentra en ruinas, pero en proceso de restauración y recuperación. Son destacables el cenobio de los franciscanos terceros, la desornamentada fachada de la iglesia, de dos cuerpos y tres calles y la recia torre, coronada de un campanario ochavado. Es un perfecto ejemplo de cantería y diseño clásico. En 1996 se publicó un libro sobre el Monasterio de Caños Santos titulado Caños Santos (1512-1996), cuyo autor es José Manuel Dorado Rueda. En 2008 vio la luz una completa monografía de casi 1.000 páginas titulada La Tercera Orden Regular en Andalucía. Caños Santos. Historia y vida de un desierto franciscano en los confines del Reino de Sevilla, obra de Manuel Jiménez, Francisco Siles y Sergio Ramírez. En dicho libro se hace un estudio pormenorizado y prácticamente definitivo sobre el monasterio.

    • Ermita del Señor de la Misericordia

Esta proporcionada capilla, muy cuidada y reconstruida en el siglo XX, es uno de los sitios que suscita más devoción por parte de los vecinos. Su fachada es sencilla y plana, precedida de una pequeña cancela. Su advocación al Señor de la Misericordia se produjo porque en este lugar se emplazaba el primitivo camposanto de la localidad. Es sede de una de las cofradías penitenciales, los "coloraos", que cada Semana Santa desfila con su imagen titular.

Economía

Su economía se basa principalmente en la agricultura y ganadería. Alcalá del Valle ha sido tradicionalmente un pueblo de emigrantes pero actualmente se está llevando a cabo la introducción de nuevos cultivos que hagan que la población pueda dejar de emigrar. Destaca el desarrollo de actividades de manipulación hortícola, fundamentalmente centradas en el espárrago. El espárrago alcalareño está cobrando fama por toda Europa. Es un espárrago de mucha calidad comercializado con las marcas "Espasierra" y "Puente Palo".

También se han iniciado las fases de experimentación para la introducción y promoción de otros productos hortofrutícolas de alto rendimiento en macrotúneles.

Otros recursos económicos son las cooperativas de confección, los cultivos de cereales (705 ha de cultivo de trigo), y del olivo (1196 ha de cultivo de olivo para aceite), las dehesas ganaderas, la elaboración de embutidos serranos y el turismo.

Flora y fauna

Alcalá del Valle no posee ningún espacio natural protegido. La vegetación natural ha ido desapareciendo debido a la intensa roturación de sus tierras para usos agrícolas.

Quedan, fundamentalmente en la zona norte y este del término, pequeños grupos de encinas (Quercus rotundifolia) y quejigos (Quercus faginea), con un denso sotobosque formado por jaras (Cistus spp.), aulagas (Ulex baeticus), retamas (Retama monosperma), espárragos (Asparagus albus) y torviscos (Daphne gnidium).

Su avifauna es variada y abundante y la componen entre otras especies, los vencejos (Apus spp.), carboneros (Parus major), herrerillos (Parus caeruleus), águilas perdiceras (Hieraaetus fasciatus) y buitres leonados (Gyps fulvus).

Festividades locales

Las fiestas más destables de la localidad son:

  • Carnaval: De importante arraigo en la localidad, tuvo un especial auge en los años 20 del pasado siglo. A mediados de los años 80 volvió a resurgir con fuerza, destacando la calidad de sus agrupaciones.
  • Semana Santa: en la que resalta la tradicional "competencia" entre las tres hermandades: la de la Veracruz, conocida como Los Blancos; la de Padre Jesús, también llamada Los Moraos y la del Cristo de la Misericordia o Los Coloraos. Descatan por su singularidad los tradicionales actos del Domingo de Resurrección. Este día se celebra la "Carrerita de San Juan", un auto sacramental, en el que San Juan ve a Cristo resucitado y corre para contárselo a la Virgen. Esta representación reúne en la calle Nueva de la localidad a numerosos público, llevando todos los niños los característicos hornazos de Alcalá.
  • Romería de Caños Santos: celebrada el primero de mayo. Se realiza un recorrido del pueblo al Monasterio de Caños Santos, situado a las afueras de Alcalá del Valle. La romería está formada por grupos familiares y de amigos, y el camino ya es una fiesta: carros engalanados con flores y guirnaldas de colores, tractores, coches, caballos y muchos vecinos hacen el camino a pie, detrás de la carroza de la Virgen, amenizándolo con cantes. El origen de esta romería es antiguo y siempre ha estado relacionado con el monasterio. En un escrito de los religiosos de Caños Santos, fechado en 1681, ya indica que la tradición estaba asentada y se celebraba anualmente.
  • Romería de San Isidro Labrador: celebrada el 15 de mayo, con procesión desde la iglesia hasta la cooperativa agrícola y bendición de los campos.
  • Feria y Fiestas de San Roque: en honor al patrón de la localidad y celebrada a mediados de agosto. Durante la feria, se incluye la Fiesta del Emigrante, donde se exalta el esfuerzo de los alcalareños emigrantes que, campaña tras campaña, marchan del pueblo en busca del sustento, en especial en labores agrícolas. El origen de la feria de San Roque, como de otras en Andalucía, deriva de los antiguos mercados anuales, en los que se realizaban numerosos intercambios comerciales, sobre todo de ganado y aperos de labranza.
  • Procesión de la Virgen del Valle: en honor a la patrona de Alcalá y que se realiza en 8 de septiembre.

Gastronomía

Alcalá del Valle cuenta con huertas que hacen que su agricultura destaque por el cultivo del olivo, girasol y cereales, como materia prima de una gastronomía plenamente mediterránea con cierto gusto serrano. Espontáneamente y ahora también en cultivo intensivo, se obtienen espárragos. Éstos, al igual que en toda la sierra, se preparan en sopas, en revueltos y con huevos.

Además se elaboran embutidos como transformaciones de la carne del cerdo. Entre los variados embutidos y chacinas, hay que destacar el jamón de pata negra, de muy buena calidad. También son populares los gazpachos, pucheros y cocidos, entre los cuales, es de especial relevancia el plato más típico de la localidad: el menudo serrano. Este guiso serrano de gran rotundidad tiene como ingrediente principal la carne de cerdo. El menudo se elabora con diferentes partes del cerdo: hocico, buche, cabeza, orejas, intestinos, lenguas, etc. y se cuece junto a garbanzos, chorizos, morcillas, patatas, cebollas y ajos.

Paseo de la fuente, s/n 11688 Zahara de la Sierra · Cádiz
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Olga Galván Atienza ha recibido una ayuda de la Unión Europea con cargo al Programa Operativo FEDER de Andalucía 2014-2020, financiada como parte de la respuesta de la Unión a la pandemia de COVID-19 (REACT-UE), para compensar el sobrecoste energético de gas natural y/o electricidad a pymes y autónomos especialmente afectados por el incremento de los precios del gas natural y la electricidad provocados por el impacto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania."